Esta pregunta es muy
común en el mundo de los seguros, ya que muchas personas confunden las
garantías que cubre cada seguro o incluso piensan que se trata del mismo tipo
de póliza, mientras que otras se plantean cuál de los dos debe contratar o si
puede hacerse con ambos. A raíz de esta problemática, a través de este artículo
explicaremos qué diferencia a los seguros de vida y los seguros de decesos.
En primer lugar, debemos
aclarar en qué consiste cada seguro y qué coberturas garantiza para entender
mejor qué diferencia a cada uno de ellos.
Seguro de Vida
El seguro de vida es un
tipo de póliza que garantiza al cliente, en caso de que este padezca una
invalidez o fallezca, que a los familiares que haya elegido en el momento de
contratación del seguro se les recompense con una indemnización. Esta
indemnización, denominada capital asegurado, dependerá de los ingresos anuales
que haya tenido la familia durante los años que tuvo contratado este seguro.
Por ello, la entidad aseguradora estudiará los posibles riesgos y la situación
personal del cliente cuando quiera contratar una póliza. Asimismo, el capital
asegurado podrá pagarse con un pago único o dividiendo dicho pago en varios
periodos de tiempo.
Seguro de decesos
Por otra parte, el seguro de decesos
es un tipo de póliza que compromete a la empresa aseguradora a cubrir los
gastos funerarios, además de la tramitación y gestiones necesarias en caso de
que el asegurado fallezca, a cambio de unos pagos periódicos durante el
contrato por parte del cliente. Es decir, cuando el asegurado fallezca, el
seguro de decesos se hará cargo de todos los gastos y gestiones relacionadas
con el sepelio para que así la familia del difunto no tenga que ocuparse de
ello en un momento tan trágico.
Una vez definidos ambos
seguros, centrémonos ahora en la finalidad de cada uno y con qué objetivo lo
contratan sus clientes.
Finalidad de cada tipo de seguro
El seguro de decesos
tiene como finalidad cubrir todos los costes relacionados con la defunción del
asegurado, además de encargarse de todos los trámites y gestiones
correspondientes. De esta manera, los familiares del asegurado fallecido no
tienen que preocuparse de ningún papeleo ni de pagar ningún coste del funeral.
Básicamente, el riesgo que se cubre en esta póliza son los gastos del entierro.
En cuanto al seguro de
vida, su finalidad principal es proteger económicamente a las personas más
cercanas al asegurado cuando este fallece. O sea, este seguro busca garantizar
que la estabilidad económica familiar no se vea perjudicada una vez que el
asegurado muera o sufra algún tipo de invalidez, ya que los beneficiarios de la
póliza recibirán una indemnización. Este seguro busca pues, que las situaciones
personales de la gente más cercana al asegurado no se vean tan afectadas. De este
modo, el riesgo que se cubre en esta póliza es la vida humana.
Ambos seguros difieren en
las coberturas que garantizan al asegurado. Así, mientras que los seguros de
vida cubren el fallecimiento del asegurado, su incapacidad física y profesional
permanente por accidente o enfermedad y graves enfermedades como cáncer,
trasplantes de órganos o accidentes cerebro-vasculares; las coberturas de los
seguros de decesos se basan en la prestación del servicio funerario, las
gestiones administrativas correspondientes por fallecimiento y la repatriación.
Al ser ambos seguros modernos y estar ampliamente presentes en nuestra
sociedad, cada vez ofrecen más coberturas adicionales que añadir a estas
coberturas básicas en el momento de contratación de la póliza.
El precio de ambos
seguros dependerá del coste de la prima y el riesgo que se debe cubrir, por lo
que las aseguradoras en ambos casos se encargarán de analizar la situación del
cliente para determinar el precio de contratación de la póliza. Así,
dependiendo del seguro que usted quiera contratar, se tendrán en cuenta
diferentes aspectos.
En el caso del seguro de
decesos, la aseguradora es quien calcula la cantidad necesaria para hacerse
cargo de los gastos de la defunción del asegurado y así, el cliente elige qué
servicios quiere elegir y pagar. En este seguro, el coste de la prima varía en
función de la edad del asegurado, su lugar de residencia, su estado de salud,
la duración del seguro y su forma de pago.
Por su parte, en el
seguro de vida es el cliente quien elige la cantidad de dinero que quiere
incluir en la póliza a contratar, lo cual significará el capital asegurado, es
decir, la cantidad que será indemnizada a la familia cuando el asegurado
fallezca. En este caso, el coste de la prima varía en función de la edad del
asegurado, su estado de salud, su profesión, sus hobbies, el número de
familiares que quiere incluir en la póliza y sus deudas.
Otra de las diferencias
entre estos dos seguros es su público objetivo o las personas que suelen
contratar cada tipo de póliza. El cliente suele optar por la contratación de un
seguro de vida cuando tiene una familia con dependencia económica de él, ya que
en el caso de que fallezca, sus familiares dependerán menos de él gracias a la
indemnización que cobrarán por parte del seguro. Por este motivo, el seguro de
vida es una póliza que no suelen contratar las personas sin pareja o ningún
tipo de cargo familiar. Asimismo, este seguro no está disponible para todo el
mundo, ya que para contratarlo suele ser obligatorio estar entre los 14 y los
70 años. El seguro de decesos, en este caso, no tiene ninguna restricción de
edad para ser adquirido, por lo que va dirigido a un grupo de personas mayor.
Ambas pólizas se centran
en el fallecimiento del asegurado y se activan con este, además de ambas ser
contratadas con el objetivo de facilitar a la familia las cosas cuando el
asegurado muera. Pese a que ambos seguros cubren el mismo riesgo, lo hacen de una
manera diferente. De este modo, los seguros de decesos dan un servicio y los
seguros de vida ofrecen una indemnización económica a los beneficiarios.
Para terminar, la
conclusión fundamental es que no tenemos por qué vernos obligados a escoger uno
u otro, ya que el seguro de vida y el
seguro de decesos pueden ser perfectamente complementarios.
No hay motivo para elegir únicamente un tipo de seguro, puesto que ambos tienen
finalidades, costes y coberturas diferentes que hacen que una persona pueda
contratar los dos seguros sin ningún tipo de problema, dependiendo de sus
intereses y prioridades.
Desde MCV Empresa de Reformas
en Madrid, no solo te aconsejamos en nuestros posts sobre todo lo
relacionado con las reformas sino en todo aquello que pueda serle útil para que
se sienta mas tranquilo.
Puede parecer extraño
pero es algo que se hace mucho actualmente. Comprar un local y covertirlo en
vivienda. Si es tu caso, en este artículo te contamos si se puede convertir un
local comercial en vivienda, las posibilidades que existen para convertir un local
en vivienda y despejamos todas las dudas que puedes tener acerca de lo que hay
que hacer para convertir un local en vivienda.
De local a vivienda
En la actualidad es muy
habitual que se compren locales y se transformen en viviendas, sobre todo en grandes
ciudades como Madrid o Barcelona, debido al alto coste de los alquileres o las
viviendas.
Antes de hablar de los
temas legales o documentación, uno de los aspectos más importantes es encontrar
a una empresa que lleve a cabo la reforma del local. La empresa Reformas MCVcuenta con una gran experiencia y realizará el
presupuesto de la transformación para que sepas, antes de comenzar los pasos
legales o la obra, cuánto puede
costar el convertir un local en vivienda.
Si bien es cierto que se
puede transformar un local en una vivienda, también lo es que no se puede con
todos, ya que hay ciertos factores que nos impiden hacerlo. Veamos cuándo no se
puede realizar esta transformación:
Restricciones urbanísticas:
Que esté clasificado como suelo urbano.
Si hay una limitación de viviendas por hectárea.
Restricciones técnicas o de
construcción:
Al transformar un local en vivienda, ésta se
considerará como vivienda nueva y deberá adaptarse al Código Técnico de la
Edificación. En la actualidad, este tipo de viviendas deben adaptarse a personas de movilidad reducida, por lo
que deberás adaptar la vivienda a este aspecto.
Tienes que tener en cuenta que cada Comunidad
Autónoma establece unas normas de hábitat.
Restricciones comunitarias:
Hay que tener en cuenta los estatutos de la
comunidad de propietarios,ya que ahí se ve si se pueden realizar más viviendas
en ese edificio.
Si quieres hacer un
cambio de uso de local a vivienda, deberás tener un proyecto realizado por un arquitecto técnico. Dependiendo del municipio
donde esté ubicado el local, necesitaremos una cédula de habitabilidad o un certificado de fin de obra. Y tras
eso, deberás pagar las licencias
municipales que te correspondan y para finalizar el cambio de local a
vivienda, registrar tu inmueble como vivienda.
Cambio de uso de local comercial a vivienda: pasos
a seguir
En primer lugar, deberás
tener una licencia de obra para
adecuar el interior del local en una vivienda.
El Ayuntamiento te pedirá
un proyecto técnico y pagar las tasas e impuestos municipales, junto con un
depósito de un aval. Tras presentar esto, te queda esperar respuesta del
Ayuntamiento, que suele tardar entre 3 y 4 meses. Una vez obtengas el sí y
realices las obras pertinentes, obtendrás el certificado final de obra mediante
el cual deberás realizar la declaración de alteración catastral, gracias al
cual queda constatado, de forma oficial, el cambio.
Por último deberás pedir
la licencia de primera ocupación.Esto se consigue mediante la presentación, en
el Ayuntamiento, del certificado final
de obra y la declaración de cambio de uso del catastro.
Para hacer el cambio de
uso de local a vivienda, lo primero es plantear sus características,
superficie, normativa de la zona y lo que tú quieres hacer con tu vivienda.
En cuanto a la
superficie: no podemos superar los 38m2 útiles y la altura no debe superar los
2,5 metros en al menos el 75% de la superficie.
En cuanto a las
instalaciones de tu nueva vivienda: en la cocina, debe haber una campana
extractora de humos con salida al exterior y las estancias habitables tienen
que tener ventilación y luz natural en al menos el 12% de la superficie útil.
En los baños, debe existir extracción forzada (es el proceso por el que se da o
se extrae aire mediante ventiladores para controlar niveles de calor o extraer
gases contaminantes…).
Te explicaremos en 4 pasos como pintar los techos.
Si queremos que nuestros techos queden como los profesionales de la pintura, debemos realizar previamente una preparación. “El éxito depende de la preparación previa, y sin ella seguro que llega el fracaso” decía Confucio.
Tomate el tiempo necesario para realizar un trabajo en detalle.
Herramientas que vamos a necesitar
Fundas o rollos de plástico
Cinta adhesiva de enmascarar
Brochas
Destornillador por si hubiera que desmontar lámparas o apliques del techo
Rodillos con sus correspondientes bandejas
Alargador para el rodillo
Una escalera de tijera adaptada a la construcción.
Ropa que esté vieja y un gorro.
Pintura plástica
Metodología de trabajo
Para pintar debemos empezar siempre de arriba hacia abajo.
Normalmente se pintan los techos en color blanco, porque los colores claros, dan sensación de tener mucho más espacio además de reflejar la luz. No es habitual ver en las viviendas techos en otros colores que no sea el blanco. A la hora de escoger el blanco miraremos la gran variedad de blancos que hay. Siempre recomendamos pintura plástica para una limpieza fácil en el futuro.
Ahora bien, si tenemos una habitación donde predomina el blanco tanto en paredes como en decoración, aconsejamos pintar el techo en otro color. Verás que queda muy bien.
Como ahora vamos a tratar solamente cómo pintar los techos, vamos a explicarte la operativa.
Como pintar los techos en 4 pasos
1-Proteger la habitación
Si hemos decidido solo pintar los techos, protegeremos las paredes, muebles y suelo con plásticos y fundas que ya tenemos preparados. Así evitaremos las manchas y salpicaduras.
Si tenemos lámparas protegerlas con plásticos, o descolgarlas. Si son focos aconsejamos desmontarles. Nos facilitará la tarea de pintura y al mismo tiempo aprovechamos para su limpieza.
2-Preparar el techo
Si el techo ya estuviera pintado previamente, aconsejamos siempre limpiarlo previamente. Primero quitamos el polvo, y luego con un palo largo que en al final lleve una mopa con un trapo humedecido (o similar). Para los techos con grasas recomendamos mojar el trapo con un poquito de amoníaco.
Si hubiera cornisas también las protegeremos.
Repararemos los desconchones o cualquier otro desperfecto.
Observa bien las imperfecciones y elimínalas con una espátula, lija, o estropajo.
Truco: Si hubiera un hueco pequeñito y no tienes yeso o masilla, utiliza pasta de dientes
3-Preparación de la capa base
Los techos son superficies porosas, y para obtener un acabado profesional debemos aplicar una capa base para eliminar las imperfecciones. Si vemos que continúan las imperfecciones aplicaremos una segunda capa antes de comenzar a pintar. Esto nos ayudará a que la pintura se adhiera mucho mejor y un acabado profesional.
Leer las indicaciones del fabricante para respetar los tiempos de secado.
4-Pintar el techo.
Comenzaremos utilizando una brocha pequeña para los rincones, juntas y esquinas.
Con un rodillo sujeto a un alargador comenzaremos a pintar la habitación. Al sumergir el rodillo, procuraremos que esté lo suficientemente impregnado en pintura, pero no demasiado para que no gotee.
Pinta de manera uniforme por zonas, primero en un sentido y luego en otro.
Una de las formas de ganar metros cuadrados cuando queremos reformar los baños pequeños modernos, es sin duda colocar una ducha.
Te damos unos consejos para que optimices tu espacio, para crear la sensación de disponer de mayor espacio.
Ideas para la decoración de baños pequeños con ducha
Posiblemente uno de los motivos que te han llevado a plantearte la decoración del baño es la sustitución de bañera por ducha. Te invitamos a conocer ideas para la decoración, que apuestes por la verticalidad, a colocar muebles y accesorios originales, útiles y a la vez prácticos.
Elección de tipo de apertura para las mamparas
Debemos tener presente a la hora de decorar el baño, el tipo de mampara que queremos en función de nuestras necesidades. El tipo de apertura es importante en función de quien vaya a utilizar la ducha, tenemos: corredera, plegable, abatible y de panel abierto.
Duchas con puerta corredera
Con este tipo de puertas no perdemos absolutamente nada de espacio, ni hacia el exterior ni hacia el interior, ya que las puertas se deslizan sobre railes. Ademas podemos incorporar diseños en serigrafías ya realizados, y en algunos sitios puedes llevarle tu propia foto que te hacen el diseño personalizado.
Duchas en esquina
Normalmente este tipo de mamparas semicirculares se instalan en duchas de baños pequeños, pero los podemos encontrar en medidas grandes también. Su instalación se basa en dos paneles fijos a ambos lados y dos puertas correderas, para poder entrar por el centro.
Duchas a nivel de suelo.
Este tipo de ducha es posiblemente el más cómodo de todos. Tenemos dos variedades las de obra y las de plato compacto.
En las duchas de obra, la superficie máxima se la damos nosotros mismos, así como el diseño, donde podemos poner cualquier material que se nos ocurra para su revestimiento.
En las duchas de platos compactos, tenemos las limitaciones en las dimensiones del fabricante. Existen un sinfín de modelos y colores adaptados a todos los gustos. Los tenemos en resina, cerámico, acrílico, piedra natural etc.
Elección de accesorios.
Busca accesorios que podamos colocar en espacios minimalistas, en distintas posiciones y a ser posible con varias aplicaciones.
En este ejemplo vemos como el portarrollos se ha puesto en posición vertical en lugar de horizontal. Prescindimos de la tapa que lo cubre porque para nuestro hogar no es necesario. De esta forma ganamos espacio sin perder funcionalidad
Para el toallero hemos elegido en vez del clásico colgador este diseño que permite poner las toallas apiladas o colgadas aprovechando el radiador.
A la hora de la reforma de un baño pequeño aprovecharemos para poner al menos dos enchufes. El espejo de aumentos hemos colocado uno extensible y el colgador para el secador tiene la misma funcionalidad que para un vaso de cepillo de dientes.
Consejos para decoración de baños pequeños con ducha
Después de haber conseguido nuestro objetivo principal que era la reforma de un baño pequeño con ducha adaptada a nuestras necesidades, te aconsejamos que tengas en cuenta los siguientes consejos:
Utiliza entre los espacios hojas de cristal templado para ganar más espacio aún y claridad.
Juega con los colores a la hora de decorar y combinar los elementos para que den profundidad.
Utiliza siempre acero para los accesorios que, aunque sean un poquito mas caros merecen la pena por lo higiénicos, duraderos y fácil de limpiar que son.
Juega con las alturas y los huecos para ganar espacio. A menudo tendemos a olvidar este detalle que nos hará ganar espacio a lo ancho.
En nuestra Empresa de reformas en Madrid MCV llevamos años aconsejando a nuestros clientes sobre la instalación de baños modernos con ducha, o con bañera.
6 Tareas a realizar de mantenimiento preventivo en invierno.
Ya conocemos el proverbio de «mas vale prevenir que curar», y para nuestro hogar un mantenimiento preventivo a tiempo nos evitará muchos dolores de cabeza.
En función del los elementos de nuestro hogar, habrá algunos elementos cuyo mantenimiento preventivo sean mas propio de otra temporada, y que no estaría mal planificarlo antes de que nos pille el toro. Hay otros, que por descuido, o por falta de tiempo tenemos que realizar en la estación posiblemente mas dura, el invierno. Pero como nunca es tarde, vamos a ver las cosas esenciales para estar mas seguro y cómodos en nuestro hogar.
Mantenimiento preventivo exterior
1-Revisión de fachada. Cuando se construye una casa, esta tarda cierto tiempo en «asentarse», y en muchos casos pueden producirse pequeñas grietas en el exterior. Tenemos que tener especial cuidado en vigilarlas y que no vayan a mas. Las grietas suelen aparecer en invierno y es el momento de repararlas si el tiempo no lo impide. Las grietas también se producen en lugares con temperaturas extremas, lo cual influye en la dilatación.
Las fachadas de monocapa, si no se han hecho bien tienden a agrietarse mas fácilmente. Pero lo importante es que verifiquemos que es solo exterior, pues su reparación es fácil.
2-Mantenimiento del tejado. Bien sea el tejado de nuestra casa o el suelo de una terraza que tenemos en la planta superior, debemos realizar una comprobación exhaustiva. La mas mínima rendija puede ser fuente de filtraciones que pueden traer males mayores. Si las tejas son antiguas, veremos que empezarán a perder el brillo tener musgo, otras a tener fisuras.
En función su estado, procederemos a aplicar: fungicidas, algicidas, antimoho, o bien realizar las sustituciones de tejas necesarias.
3-Limpieza de los canalones. Si nuestra casa tiene canalones, esta es otra tarea de mantenimiento a realizar. En el mismo se acumulan: las hojas de los árboles de nuestro entorno, la suciedad que después de la lluvia arrastra la basura hacia los canalones, los propios pájaros que ven en primavera y verano un lugar donde anidar. Si no procedemos a limpiarlos, estos se atascan impidiendo que haga su función, y hasta pueden provocar atascos en las bajadas.
Mantenimiento preventivo eléctrico
4-Electricidad. Cuando tenemos iluminación en el exterior, o tomas eléctricas para nuestra terraza o jardín, es conveniente echarles un ojo. Comprobar que están perfectamente aisladas de posibles entradas de agua. Una avería de este tipo puede provocar que salten los plomos. Suele ocurrir que si no caemos en que tenemos tomas o enchufes en el exterior que nos volvamos locos buscando la avería.
Si tienes problemas de electricidad o necesitas una actualización de tu sistema no dudes en llamarnos y cuéntanos que necesitas.
Mantenimiento preventivo interior
5-Carpintería. Ya sea metálica o en madera, tenemos que comprobar los cierres y las bisagras. Si son metálicas, por ejemplo hierro, verificar que no hay corrosión, y darle una capa de pintura para prevenir que no se corroa mas. En las bisagras echaremos un poquito de aceite (el 3 en 1 tan socorrido), para que no chirríen. Los cierres comprobaremos que están fluidos.
6-Purga de radiadores. Esta es una tarea muy básica, que está al alcance de todos. Consiste en hacer salir el aire acumulado en los radiadores. Purgando los radiadores contribuiremos a que nuestra calefacción sea mas eficaz. La purga en la mayoría de los radiadores se hace de forma manual. Un simple destornillador, un recipiente de plástico para recoger el agua sucia que salga será suficiente. Para purgar giraremos lentamente la válvula de purgado, para que el aire salga. Si abrimos demasiado la válvula saldrá agua, que luego la caldera tendrá que reponer.